martes, 30 de octubre de 2007

empezo perdiendo la memoria ya en sus clases del instituto.

su primera sensacion fue de angustia..... le dijeron que tenia una depresion.

era consciente de que algo pasaba y de nada le servia intentar aparentar una normalidad que se notaba un poco mas rota cada dia, sumergiendose, por la progresiva perdida de memoria, en un lento y crudo desaprendizaje que le llevaba, desde su lucida catedra de literatura, de regreso directamente a la infancia.

empezo a cambiar su humor, y a necesitar ayuda para lo mas cotidiano.

el razonamiento, el lenguaje, el reconocer percepciones y la capacidad para llevar a cabo lo habitual del dia, iba sufriendo cada vez mayor retroceso, y la conducta, mas frecuentes trastornos.

los recuerdos se esfumaban y sentia como su identidad se iba con ellos.

se resistio a pedir ayuda hasta que todo se desvanecio.

la memoria es como el disco duro de la identidad donde se almacenan todos los recuerdos y a el, el disco duro, se le empezaba a borrar de forma inexorable.

durante doce años su mujer no se separo de su lado ni un solo minuto, el afecto es hoy por hoy el unico remedio, se hinchaba de tocarlo, de besarlo, de acariciarle el pelo, de hablarle, de agarrarle la mano, el no sabia lo que le decia pero sabia como se lo decia.

hoy su mujer me estuvo contando que su marido conservo siempre, esa inteligencia emocional que, a pesar de todo, mantenia intacta como si fuera un bebe.

en 1907, el psiquiatra aleman Alois Alzheimer describio la enfermedad que lleva su apellido, una enfermedad que es un brutal peaje que la sociedad paga por conseguir que sus hombres y sus mujeres vivan mas años, una enfermedad de dos personas siempre.... el que lo tiene y el que lo cuida.

ella, su mujer, vivio durante doce años solo para cuidarlo a el, el decia...... que nadie lo iba a hacer mejor a pesar de que su unica " recompensa " era ver como la memoria de el se disolvia, hasta que ni tan siquiera podia reconocerla.

cada dia es el aniversario de un recuerdo, para esta familia hoy es el primer dia para empezar a recordar, para mi, el del reconocimiento a mi labor, saber escuchar y comprender.


Sarita Amon