miércoles, 4 de marzo de 2009


cierto emperador chino deseaba tener a su cargo un medico mejor que el que le habia venido atendiendo hasta entonces.
a tal efecto, ordeno que todos los galenos del imperio, bajo juramento, pusieran en sus ventanas tantas velas encendidas como pacientes se les hubieran muerto aquel año, tras recibir noticia del cumplimiento de la orden, el emperador aprovecho el desfile del dia sagrado para acercarse al barrio de los medicos, pronto comprobo que miles de velas iluminaban las calles, y que eran muchas las casas en las que estas ardian no solo en las ventanas sino que, dado el numero de pacientes perdidos, las habian tenido que poner hasta en las puertas y los tejados.
a punto de darse por vencido descubrio, con alegria, que en una casa modesta solo cuatro velas adornaban una de las ventanas. pensando que acababa de encontrar al mejor medico del Imperio le hizo salir de la casa y le dijo.....
- “ tu has ganado, seras mi médico de cabecera, pareces ser un buen facultativo, pero antes dime...... ¿ como has conseguido perder tan solo a cuatro pacientes ?"
el honrado medico, volviendose a inclinar, y temblando murmuro..... “ gran señor... yo empece a ejercer la profesion esta mañana”.
a ver cuando se dan cuenta que, como decia moliere, los medicos no estan para curar, sino para recetar y cobrar, curarse o no va a cuenta del enfermo.
Sarita Amon