lunes, 17 de diciembre de 2007

digan lo que digan los diversos gremios, asociaciones, entidades, instituciones, corporaciones, consejerias, institutos, fundaciones, patronatos, y observatorios varios, tan empeñados ellos en extender la idea de que existe una total igualdad hombre-mujer...... no, no somos iguales.

y ya no hablo fisicamente, algo que ( digo yo ) la mayoria de los que andan metidos en estos fregados ya se habran dado cuenta ( supongo ), sino porque todos los estudios demuestran que tambien en sus respectivas estructuras cerebrales existiran sutiles pero importantes diferencias.

¿ pruebas ? abrumadoras.

bastaran algunos ejemplos de la vida cotidiana para comprobar que, mas alla de los factores ambientales o de educacion, cada uno de los sexos actuara ante una misma situacion de una forma completamente distinta.

caso uno....... infidelidades.

para los hombres, nadie pone los cuernos a nadie hasta que se hubiera ( o hubiese ) consumado un acto sexual completo -minimo-.
la mujeres, en cambio, se sentiran culpables solo porque aquella noche que cenaron en un chino acabaron soñando que eran las protagonistas de una sesion de bukake.

fuerte, si, pero los sueños, sueños son.

caso dos..... regla de los diez segundos.

para los hombres, siempre que se caiga un trozo de comida al suelo y no pasen mas de diez segundos hasta que lo recojas, puedes comertelo sin problemas.

en cambio, no encontraremos mujer alguna ( ni aun vendiendole la moto del hambre que hay en el mundo y tal ) capaz de hacerlo.

caso tres..... los cuatos de baño.

para los hombres, tirar de la cadena solo es imprescindible ( y no siempre ) cuando se haya utilizado para sus usos mayores.

las mujeres, en cambio, lo hacen hasta cuando no lo han usado.

incluso la mas forofa del cambio climatico, la ecologia y la salvacion de los recursos naturales, no sera capaz de pasar por delante de un baño sin vaciar su cisterna.

caso cuatro.... la limpieza.

aunque la moda metrosexual ( amariconamiento ) no se ha conseguido que un hombre limpie mas que una mujer, la constante obsesion por la limpieza que despliegan las mujeres, especialmente en lo que los anuncios de bragas y sujetadores llaman " prendas delicadas ", roza lo patologico.

podiamos seguir - hasta el infinito y mas alla -, pero despues de reeler lo que habia escrito... casi mejor lo dejo aqui y borro el resto.

estamos en navidad y no quisiera yo morir en visperas de unas fechas para recordar a los que no estan y a los que aunque estan tampoco estan.

no es un buen momento.

Sarita Amon