miércoles, 26 de noviembre de 2008

uno, como niña, lo de niña aun lo arrastro un poco, he crecido sin muchos idolos que llevarme a la imaginacion.

cosa bastante comprensible ya que los heroes de aquella epoca en la television, y en un pais con un retraso muy acusado en cuanto a muchas cosas, recuerdo a una abeja sabelotodo con voz de pito que iba de flor en flor, y una niña mofletuda que no tenia mas ocurrencia que ponerle pichi a un pajaro y copito de nieve a una cabra, no casaban bien con la vida real de donde vivia donde la mejor era aquella que mas alto saltaba jugando al elastico, ni que decir, que era yo la que mas alto llegaba, o jugar a la teja, o a la payaya, o a tantos otros juegos de niñas, y eso cuando el dia era tranquilo porque cuando me daba por andar por los tejados, tocar timbres, robar flores o soltar a los perros de los vecinos, tirar piedras a los cristales, nadie estaba a salvo de mis ocurrencias.

quizas por esa carencia afectiva, logica despues de semejante infancia que tuve, exista ahora tan poca gente famosa a la que me gustaria parecerme, gente a la que admirar y a la que seguir, idolos a los que poder imitar y de los que poder decir aquello tan emotivo de " yo de mayor quiero ser como tal persona ".

y entre esos pocos mi mas sincero homenaje a gente como rossini, el famoso compositor, un genio sin duda, cuya forma de vida debería ser un ejemplo a imitar por cualquier persona humana.

rossini, con fama de sibarita, se retiro, a pesar de estar en la cima del exito, a los 37 años, justo despues de comprobar que ya tenia el suficiente dinero para vivir razonablemente bien hasta su muerte.

y lo hizo por seguir fiel a sus principios, unos principios que fue capaz de resumir en la muy atinada frase.... "¡ soy vago !" pronunciada la vez en que, mientras escribia acostado, se le cayo una partitura y por no molestarse en cogerla, la abandono y empezo otra nueva, claro yo no soy vaga y si algo empiezo lo acabo o por lo menos lo intento, la vida me ha demostrado que el querer es poder y aunque no necesitara trabajar para vivir bien, lo haria aunque fuera gratis porque la satisfaccion personal no tiene precio.

Sarita Amon