jueves, 7 de mayo de 2009

habra quien no se acuerde, pero antes de que fueramos modernos la gente que queria sacar dinero tenia que ir a su banco ( siempre en horario de oficina ) y, despues de rellenar unos papelitos en los que habia que firmar por duplicado y hacer la correspondiente cola, un señor de carne y hueso con cara de adicto ( forzoso ) a los laxantes, te lo acababa dando de mala gana.

el trasiego de clientes era tal ( y los señores estreñidos tan lentos ) que las colas que se formaban hacian que quien sacaba o ingresaba su capitalito siempre tuviera una nariz encima de su hombro enterandose hasta de los plazos que le faltaban para acabar de pagar la lavadora.

por eso, a los bancos, tan suspicaces ellos con estas cosas de la intimidad (ajena), se les ocurrió poner en el suelo unas tiritas de colores chillones en los que, con letras todavia mas aparatosas, se podia leer algo asi como “ espere aqui su turno”.

el resultado no se hizo esperar, y salvo algun despistado y el habitual rebelde porqueelmundomehahechoasi, la gente empezo a cumplir a rajatabla el mensaje.

pero llegaron los cajeros automaticos y, aunque su numero es infinitamente superior al de los señores estreñidos y su horario se extiende por el infinito y mas alla, las colas delante de ellos volvieron a aparecer.

normal.

entre los lentos que son ( a ver si va a ser verdad aquello que dicen de que dentro de cada uno hay un jubilado bajito que comprueba hasta cien veces la cantidad que le has pedido ), que a todos se nos ocurre sacar dinero a la misma hora, y que de los noventa y cinco que hay en cada esquina solo funciona uno, pocas veces puedes teclear tu idolatrada clave sin que tengas que intentar preservar su intimidad de mil ojos indiscretos.

ante un mismo problema, una misma solucion.

¿ no podrian poner las banditas de colores con el famoso mensaje en la calle ? ya se que las aceras son de los ayuntamientos, pero conociendo los escrupulos de estos y, sobre todo, su escasez de fondos... ¿ alguien ha dicho algo de un impuesto nuevo ? si, si, si, aprobado !!! seguro que tampoco iban a poner muchos problemas.

y es que uno empieza a tener una edad en la que disimular los años es ya tarea ( la tarea ) prioritaria.

y de nada sirve que cada mañana, intentando aparentar seis meses menos, te pongas la baba de caracol, tres hidratantes, seis antiarrugas, dos rodajas de pepino del amazonas y una capa de concha de nacar a la rosa mosqueta, si luego, cada vez que uno va al cajero y teclea su clave, todo el vecindario se entera del año en que has nacido. no es justo.

Sarita Amon