sábado, 8 de junio de 2013

Económico, práctico, fácil de conseguir y con buen sabor.

Este verano (en España), que ya está a la vuelta de la esquina (!!!largo suspiro!!!!), los que vayan a la playa pueden y deben ahorrar.

Por eso hoy, en el siempre discreto (a la par que elegante) Sarita practico, una de esas grandes recetas que están revolucionado la cocina de autor, la muy exquisita tempura de medusa.

Ingredientes pa...
ra cuatro personas:

- 400 gramos de medusa.
- Aceite de girasol para freír.
- 50 gramos de harina de maíz, (la maizena de toda la vida, vamos).
- 50 gramos de harina de trigo.
- 2 cucharaditas de semillas de sésamo tostado (opcional).
- Una pizca de sal.
- 200 mililitros de soda muy fría. (También sirve la cerveza, el bicarbonato o la gaseosa.. que todos hemos rebozado algo alguna vez).

Preparación.....

Colocar la medusa bajo el agua fría durante 5 minutos.

En un cuenco, añadir agua hirviendo y dejar reposar durante un cuarto de hora. Enjuagar, volver a sumergirla en agua fría, volver a enjuagar y cortarla en trozos de unos 2 cm. de grosor. Secarla bien con papel de cocina.

Tamizar (para los de fp-eso, tamizar = pasar por un colador-) los dos tipos de harina en un cuenco, añadir la sal y las semillas de sésamo e ir mezclándola con la soda-cerveza-gaseosa-bicarbonato hasta conseguir una fina masa para rebozado.

Rebozar los pedazos y sumergirlos en aceite de girasol muy caliente. Freír durante un minuto aproximadamente. La masa deberá hincharse, volverse crujiente y adquirir un color dorado -lo que es "freír" algo "rebozado" mismamente-.

Sacar y dejar que escurra el aceite en papel absorbente –que la medusa no engorda pero el aceite un güevo-. Servir con salsa de soja a discreción, salsa que puede cambiarse a gusto del gourmet (para los de fp-eso, gourmet = el que se la va a comer).

Y que aproveche.

Este tierno verano de lujurias, azoteas y crisis, sobre todo crisis, que está llamando a la puerta... ahorremos.

Se puede, se puede.

Jajujujjjajujujja

Sarita Amon.

martes, 4 de junio de 2013

La vida son ciclos, ciclos que comienzan y ciclos que concluyen,  porque todo lo que empieza, acaba,  y todo lo que sube (cuando sube), baja.

La vida está compuesta de etapas, etapas en las que van a ser múltiples los factores internos y externos que, en su divergencia estructural y/o coyuntural, determinarán características y circunstancias.

Por una de esas casualidades, y sin comerlo ni beberlo, ahora estoy en uno de esos ciclos.


El hartazgo es total.

 Estoy harta, harta de que la gente me pare por la calle, harta de que crean reconocerme, harta de que me digan cosas , harta de decir que no, de verdad que no.

Vale ya.

No, no soy una actriz famosa.. por mucho que me parezca a alguna.

Los martes, o me subo yo misma la autoestima o lo tengo claro.


Sarita Amon.

Es raro que comer helados, con lo buenos que están, no sean algo inmoral.

Un cardenal de mis tiempos -el renacimiento italiano año más año menos-, decía cada vez que tomaba un helado:"

Es delicioso, lástima que no sea pecado".

En realidad no se comprende por qué tomar un helado no es inmoral, cuando lo es todo lo demás.

Debe haber alguien muy gordo detrás de la industria de los helados; si...
no, ya habría brigadas especiales para perseguir a los adictos de los helados, y su tráfico estaría en manos de bandas colombianas.

Por lo menos.

Sarita Amon.

domingo, 2 de junio de 2013

Hay frases que dichas en determinadas épocas del año, son capaces de, con sólo oírlas, desencadenar los temores más escondidos de una persona.
Por ejemplo, escuchar cuando se está acercando el calor a alguien que te invita a cenar diciendo aquello de "no os preocupéis, será una cena ligera y fresquita..." y echarse a temblar, es todo uno.
 La traducción de "una cena fresquita" siempre viene a ser más o menos la misma, una colección interminable de platos insípidos dónde lo rojo y verde domina cualquier rincón por muy escondido que este esté.
Decía Nestor Lujan que todos los imbéciles que conocía acostumbraban a comer ensaladas.
 Lógicamente, añadía de inmediato que eso no quería decir que todo el que comiera ensaladas era un imbécil.
 Pero ahí lo dejaba.
 Para rematar la faena,  además de "cena fresquita y ligerita" se está poniendo de moda añadir lo de "divertida", el caso es que yo nunca he visto a nadie reírse por comer una ensalada, más bien provoca algo así como tristeza ver en el plato esa mezcla de lechugas adornadas con comida para pollos.
Debe de ser que mi sentido del humor se va de vacaciones en cuanto oye lo de light pero por más que miro no le encuentro la diversión a las ensaladas tan "ligeras" y tan "fresquitas",


 Cosas de domingo, probablemente
Jajujujjjjajaja


Sarita Amon