sábado, 17 de abril de 2010

Regalar oro, esta pasado de moda, la plata, en cambio, es tendencia (¡que tenia yo ganas de decir en una frase eso de “tendencia”!)
El problema es, y mas en estas epocas de crisis, su precio.
Por eso hoy, que es sabado, dia de andar un poco mas por casa y en el muy inconmensurable y siempre profundas cosas practicas, hoy “hagamos feliz a nuestra pareja –o a quien nos de la gana- regalandole un huevo de plata sin tenernos que gastar un solo euro”.

Ingredientes: una vela –de los chinos vale-, una jarra de agua –nada de mineral, la del grifo sirve perfectamente-, y un huevo, que se puede (debe) pedir al vecino para que la cosa nos salga lo mas apañada posible.

Una vez encendida la vela -que tambien se puede (debe) pedir al mismo vecino aprovechando que vas a lo del huevo, lo sostenemos (el huevo digo) con los dedos pulgar e indice y lo acercamos despacio a la llama.

Movemos (el huevo, que la cosa va de huevos) lentamente asegurandonos de que se va ennegreciendo (el huevo) de una manera uniforme.

Una vez completamente negro (el huevo) lo dejaremos enfriar unos 15 minutos y, pasado ese tiempo, lo meteremos (el huevo) en la jarra de agua.

En poco tiempo tomara una tonalidad brillante de apariencia metalica que se asemeja bastante a la plata.

La explicacion (aunque tampoco tiene que llevar manual de fabricacion incluido que para eso es un regalo) es facil.

La llama hace que el huevo se cubra de una finisima capa de hollin mezclada con algo de parafina de la vela.

Luego, al sumergirlo en el agua, se crea una delgada pelicula de aire a su alrededor que impide que el agua toque el huevo.

La reflexion de la luz hace que el huevo se vea plateado.

Teniendo en cuenta que este experimento funciona con cualquier tipo de huevo (y mira que hay tipos de huevos….que si de gallina grandes, que si de gallina extragrandes –muy buenos para freir-, que si medianos, de avestruz, de codorniz…) las posibilidades de quedar bien sin gastarnos un duro son ilimitadas.

Osea que este fin de semana manos a los huevos.
jajajajujujijijajaja

Sarita Amon