lunes, 10 de noviembre de 2008

VIVE, porque si esta vida es solo un descanso de tu eterna muerte, sera bello disfrutar ese corto lapso.

en improvisacion sensorial me descubro y a tu existencia expongo mis celulas freneticasque inscriben sus vivencias sobre nuestras vidas fractales, consumo experiencias mientras algo se alimenta de mi latir dando un ultimatum a mis miedos que desesperados escapan en mi mente esperando no ser extinguidos, y algo quema en mis inhalaciones provocando y seduciendo a mi actividad,entonces te busco, en afan de contagio de este impulso que ignorante de impedimentos es el precursor de los destinos.

vivamos entonces, lo que nos corresponde querer,sin importar lo que digamos, pensemos o hagamos sea real en esta dimension, ya que la ilimitada naturaleza cosmica se multiplica por si sola bajo sueños o abstracciones, entonces lo que somos es un nudo de proyecciones y lo que queremos, es la meta de ellas.

no se le debe negar al alma ni al cuerpo lo que vinieron a realizar a este lugar, luego de ejecutar, dejemonos llevar mi santo demonio.

Sarita Amon



despues de comer nos entra sueño.

la culpa la tiene la digestion, un proceso en el que se consume el diez por ciento de las reservas energeticas diarias.

el aparato digestivo necesita consumir energia para masticar los alimentos, llevarlos al estomago, degradarlos con acido y volcar la papilla resultante en los intestinos, donde avanzara lentamente hacia el donde ya sabemos mientras los nutrientes atraviesan las paredes intestinales hasta pasar al torrente sanguineo.

para completar la tarea, el cuerpo ordena un aporte extra de sangre a los intestinos, lo que provoca un pequeño desabastecimiento del cerebro y la somnolencia tras la comida.

recientes investigaciones en cronobiologia han confirmado que durante las horas que dura la digestion se produce una ligera bajada de temperatura corporal que propicia la sensacion de sueño.

seamos serios, o dejamos de comer o dejamos de trabajar por la tarde, se trata de elegir,ambas cosas son cientificamente incompatibles.

Sarita Amon