lunes, 4 de mayo de 2009

andamos estos dias revueltos con la mal llamada gripe de los cerdos , el H1N1 tiene elementos de la gripe humana, la porcina y la aviar, igual que hace unos meses andabamos con la de los pollos y hace otro tanto con las vacas , ¿ las noticias de las epidemias siempre se han parecido tanto unas a otras, o es una, que se ha vuelto insensible?, y pocos son los que no se conocen al dedillo cuantas veces tienen que estornudar antes de salir corriendo a urgencias.

nunca ha sido tan facil, tan rapido, ni tan comodo estar informados.

no se trata de quitarle importancia a algo que, evidentemente, la tiene, sin embargo, ¿ cuanta gente se acordara de semejante historia dentro de unos meses ? pocos.

porque lo que de verdad nos importa, lo que de verdad recordamos como marcas en la vida, son las cosas que nos suceden a nosotros.

y a todos nos suceden cosas, uno acaba de tener un hijo, el otro enterro a su padre, este otro encontro trabajo y para aquel esta fue la semana en la que le despidieron del suyo.

esos si son los hechos trascendentales que recordaremos, incluso para el que acaba de perder al amor de su vida, este año pasara a la historia como el año del desamor y no como el de la gripe de los cerdos.

suena cruel, pero es lo normal.

los hechos particulares siempre son mas determinantes en nuestras vidas que guerras, epidemias, terremotos, grandes gestas deportivas, o teatrales cambios de gobierno.

y nadie se siente egoista por ello, ni tan siquiera aquel, al que algo tan insignificante para el resto de la humanidad como es haberse separado de su pareja, le ha entristecido mas que todas las catastrofes, naturales o antinaturales, del mundo.

Sarita Amon