domingo, 4 de noviembre de 2007

me imagino amigo oscar que en un momento dejas de tener miedo, en ese momento asumes que lo poco que puedes perder en realidad nunca te pertenecio y te viene bien cerrar los ojos y aceptar los embates naturales, la muerte, la perdida, el dolor, la pena como eventos pasajeros, como la curva mas dolorosa de esta montaña rusa, eventos que la quimica, los habitos y el olvido van disgregando penosa y tranquilamente, cinica y acompasadamente, con la frialdad del medico que te dice como me cuentas que tu mal es incurable, que te quedan seis meses de vida.



entonces me imagino que se cierran los ojos y se menea la cabeza de un lado al otro, sin entender nada, deseoso de mandarse mudar, de decir adios y disolverse, ajeno, indiferente, completamente convencido de la ausencia de sentido, convencido de que cada pirueta de malabarista rueda en un contrato invisible entre la mano entrenada y el artificio elegido, un contrato sin magia, sin habilidades, sin trascendencia.



cuando se ha elegido escribir asi, como tu lo haces, sin desgarro, sin efectos, casi recostado sobre las palabras el miedo a la muerte, a la perdida, al olvido, al fracaso se torna irrelevante, hay una misteriosa fuerza inerte que empuja y decide las palabras mas insipidas, y esta bien y no se desea otra cosa.

es difícil darse cuenta de como van pasando las cosas para ti ,para mi y para todos, y la vida de uno se torna un reflejo ironico de los propios temores.




sin duda gran parte de la culpa la carga ese uno mismo que siempre habla mas de la cuenta o que escupe exageradas descalificaciones sin tomar en cuenta los matices infinitos que tiene esta carrera (¿ carrera hacia que, desde donde ?).



que sea dificil por cierto no indica que a fin de cuentas uno no pueda abrir los ojos y decidirse a cambiar la ruta o a sopesar los pasos, sin embargo esta ese otro miedo que resuella en nuestro oido y que esta atado a la lucidez, a darse cuenta, a diagnosticar con dolorosa mala leche el default, la tara y no saber que hacer para hacer la propia historia de un modo distinto.



a fin de cuentas, de eso se trata siempre, del saber hacer borron y cuenta nueva a partir de cualquier capitulo de la propia vida, quizas eso es la libertad, elegir un destino, cambiar y reinventar el mapa a medida que la vida te va dando pistas sobre ti mismo y sobre el territorio que te toco en suerte o decidiste colonizar.



la diferencia siempre es minima, y las pistas parecieran indicar que no somos tan diferentes como queremos creer, que el valor probatorio de la experiencia no hace mas que atraer a los iguales y en esta sociedad, en este mundo que estamos cocreando permanentemente, esa validacion es el quid del asunto, la madre de todos los corderos al palo magallanicos.



pero como ya lo decian, el tiempo no para y cada aprendizaje son meses, años, dias, segundos en contra para los que ya pasamos la mitad o estamos a punto de y de que vale pensar en lo comido y la bailado si es que a veces hay redundancia informativa, lagunas en que los ojos se cerraron y el mundo siguio andando, en que percibir la voragine o hacernos los locos respecto a ella solo permitio una ligera impresion, nunca un cambio de esos que cambian timon y velamen por igual.



en esas condiciones uno desea dejar pasar al leon al lado de uno y averiguar como seria la vida fuera de la selva.

recibe un saludo y no olvides que mas temprano que tarde nos llega el mismo destino

Sarita Amon