viernes, 25 de julio de 2008



nunca estuve lejos si no distante pero las mareas me hicieron volver con mi equipaje de sueños y el corazon que te robe

a pesar de ser viernes, un dia poco propicio para pensamientos profundos, vamos a contestar a una de las preguntas que mas han traido de cabeza a cientificos y sabios en todo el mundo....
¿ el gay nace o se hace ?

pues las dos cosas.

unos ya nacen normales ( nor-ma-les, asi, sin cursiva ni comillas ).

otros, en cambio, han llegado a descubrir la ( no "su" sino "la" ) verdadera condicion sexual despues de unas meditadas y profundas reflexiones, fruto, sin duda, de años de pensamientos y de consultas a los hombres mas inteligentes del mundo.

uno de los ultimos en abrazar el camino de la verdad nos ha querido relatar su historia..


una historia como la de tantos otros...

cuentan que en el pico mas alto del Tibet vivia el hombre mas sabio del mundo.


cierta vez, nuestro protagonista, aun joven, acudio a el para descubrir el camino al corazon de una mujer de la que se habia enamorado.

cuando encontro al sabio en la cumbre de la montaña, le pregunto......

"- dime, maestro de los maestros: ¿Cuál es el camino más corto, seguro y directo para llegar al corazón de una mujer?"

El maestro, con rostro muy serio, le respondió: "- No hay camino seguro al corazón de una mujer, hijo mío; sólo senderos al borde de precipicios y caminos sin mapas ni brújulas, tapizados de peñascos, de arbustos espinosos y con serpientes ponzoñosas."

"- Pero, entonces, maestro: ¿Qué debo hacer para conquistar el corazón de mi amada ?"

"- Recuerda, amado discípulo: conserva en tu mente y en tu corazón las enseñanzas y los consejos que te daré... Síguelos fielmente y llegarás al corazón de la mujer que amas.

1. Lávate los dientes.
2. No te rasques los "güevos" frente a ella.
3. Regálale flores y muchos, pero muchos, presentes.
4. Levanta la tapa del inodoro antes de orinar y recuerda bajarla después.
5. Lávate las manos cuando salgas del baño.
6. No mastiques con la boca abierta.
7. No eructes fuerte o, mejor, no eructes jamás.
8. No seas pedorro.
9. No hables mal de su madre: ámala como a tu propia madre.
10. No digas palabrotas.
11. Ríete siempre de sus chistes.
12. No seas celoso o, si acaso, sólo un poquito.
13. Deja que ella tenga celos de ti. Ella sí puede.
14. No críes barriga. Es más, nunca engordes. Ella sí puede (pero nunca se lo digas).
15. No te demores en el baño.
16. No dejes la toalla tirada en el piso.
17. No le digas que ella no sabe conducir.
18. No llegues tarde a casa. Sal de trabajar y vete de inmediato para tu casa.
19. No te entretengas con los amigos. O, mejor, no tengas amigos.
20. Ni sueñes con tener amigas.
21. Nunca mires ni hables de las tetas o del culo de las amigas de ella.
22. No seas tacaño. Usa cuando menos dos tarjetas de crédito.
23. No mires a otras mujeres. Es más, entiende de una vez que no existen otras mujeres.
24. No hables de tu ex. Nunca tuviste a nadie antes que ella.
25. Díle "Te amo", al menos 24 veces al día.
26. Aprende a cocinar.
27. Lava los platos y deja la cocina limpia.
28. Arregla la cama (siempre).
29. Llámala desde cualquier lugar, especialmente cuando estés más ocupado.
30. Deja que se compre ropa, zapatos, etc., siempre que quiera. Es más, acompáñala a caminar durante horas eligiendo lo que quiera comprar (y sonríe mientras caminas).
31. Deja que ella converse durante horas por teléfono y, si puedes, págale la factura del móvil.
32. No ronques.
33. Recuerda que no te gusta el fútbol y que odias las carreras de Fórmula I.
34. Aféitate todos los días para que no la lastimes.
35. No pienses solamente en sexo, pero tampoco exageres en el otro sentido; propónselo con frecuencia, aunque estés cansado o sin ganas.
36. Respeta cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella te lo pide, complácela de inmediato. ¡ Ah, y no te vayas a quedar dormido inmediatamente después ! Debes mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida.
37. Dile en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás has visto.
El discípulo, nuestro protagonista, agobiado, se volvió rapidamente y comenzó a bajar la montaña como alma que lleva el diablo, mientras el maestro, extrañado le gritaba: "- ¡Espera, hijo mío, ven, vuelve acá!"

A lo que el discípulo, cada vez más lejos y cada vez corriendo más deprisa, le contestaba una y otra vez: "- No hace falta que me diga más maestro.. a partir de ahora mismo me he vuelto marica.."

Por algo conocemos tantos casos de heteros que reniegan de su error abrazando el camino de la verdad y tan pocos (personalmente no conozco a ninguno), que recorren el camino inverso. Hasta el lunes.