viernes, 7 de mayo de 2010


A uno no le queda mas remedio que ser uno mism@.

En ese sentido, la vida no consiste msas que en el trabajo de aceptarse y ser aceptad@.

Algo facil cuando uno tiene 18 años, cuerpazo y sonrisa de anuncio, pero algo mas complicado cuando con quien te suelen confundir es con Belen Esteban o en el caso de los chicos con Woody Allen.

En esos casos conviene echar mano de otras armas, quizas menos visibles a primera vista, pero que basta con mostrarlas una vez para ser bien recibid@ y hasta completamente aceptad@.

El pintor frances Henri Toulouse-Lautrec sufrio en su infancia un accidente que redujo a la mitad la longitud de sus piernas y curvo su columna vertebral para siempre.

Durante años fue un joven contrahecho y amargado que se lamentaba de su aspecto fisico hasta que, de casualidad, fue a parar a un prestigioso burdel de Paris.

Alli encontro su verdadero hogar, un sitio donde era querido y respetado, un sitio en donde por fin encontro gente que le apreciaba de verdad...

Y es que, ademas de por sus cualidades humanas (que seguro que tambien), una de las razones del buen recibimiento que obtuvo en dicho burdel fue una hipertrofia, estrategicamente localizada en cierto organo de su cuerpo y por la que se gano el sobrenombre de "la tetera".

Cada uno explota lo que tiene... y puede.
jajajajujujijijajaja

Sarita Amon