Me gustarIa entender por que la vida es muy a menudo, por no decir constantemente o casi siempre, un cumulo de contradicciones.
Yo misma tengo que confesar que a veces me siento ante situaciones en las que reacciono de forma contradictoria.
No me gusta, pero no consigo evitarlo.
No quiero pensar que sea un defecto insuperable, sino mas bien una especie de “desequilibrio irracional”.
Recuerdo muchos detalles de mi vida y tengo normalmente buena memoria, a veces podria reproducir conversaciones enteras practicamente sin miedo a equivocarme, al menos no en el contenido, ya no digo por supuesto en las palabras.
Recuerdo lugares donde he estado con todo lujo de detalles, recuerdo hasta el color de sus cortinas, como si hubiese fijado en mi cabeza esa imagen, como si fotografiase un instante.
Si me concentro a veces “escucho” un recuerdo, el sonido de una calle, o la conversacion de una pareja a mi lado.
Recuerdo las risas en el parque y aquel perro cruzando la calle.
Es cierto, totalmente cierto.
Sin embargo hay episodios, periodos, momentos, que se han borrado totalmente.
Que contradiccion, ¿no? pero creo que eso es el resultado de tener a mano siempre un “ filtro purificador ” que yo misma he inventado y que utilizo para acabar con los malos recuerdos.
Agradezco a mi cabeza tener memoria selectiva, me ayuda mucho a la hora de minimizar los efectos de los momentos malos en mi vida.
¿ Mas contradicciones ? me rio mucho, sin embargo no es dificil hacerme llorar.
Intento ser comprensiva siempre, y a menudo no entiendo nada.
Creo que ya hay pocas cosas que me puedan sorprender y cada dia algo o alguien lo hace.
Me gusta dormir pero duermo poquisimo.
Necesito oir sonidos a mi alrededor sin embargo adoro y me acostumbre al silencio.
Cada dia que pasa es mas fuerte la certeza de que "casi todo" es incierto.
Soy muy ordenada pero mi cabeza a veces es un revoltijo.
Si alguien que quiero se enfada conmigo, tenga yo la culpa o no, le pido perdon.
A veces unos minutos se me hacen eternos y un dia se me pasa volando.
Si me necesitan insisto en que me llamen, pero yo no llamo a nadie cuando lo necesito.
Tendria que aprender a callarme y sin embargo a menudo tengo la sensacion de que me callo lo más importante.
Soy muy detallista, sin embargo me olvido con una facilidad espantosa de felicitar los cumpleaños.
Tan pronto siento que no puedo hacer más como al minuto siento que no estoy haciendo nada.
Conozco muchísima gente pero sé que me encantaría conocer a un montón de personas.
No sé muy bien el motivo por el cual hoy me ha dado por escribir sobre esto.
Tal vez tan sólo lo hago por la "necesidad" de escribir.
Confieso que a veces escribo por no poder hablar.
Hablo para que me escuchen y eso no siempre lo consigo.
Yo sí escucho, me gusta hacerlo, porque sobre todo me sirve de ayuda para luego escribir.
Quizá escribir siempre es el motivo de casi todo.
Sarita Amon.