domingo, 22 de junio de 2008

VISTA DE LOS VIVOS

Trabajar dentro de un camposanto no es nada dramatico.

La vida y la muerte se entretejen en todas partes, aunque la sociedad occidental se niegue a aceptar la evidencia.
hoy pocas personas admiten que morirse es de lo mas natural.... suele verse como un accidente.

¿ De que se ha muerto fulanito ?, te preguntan.
se le cruzo un loco al volante.
o una enfermedad que los ineptos de los medicos no supieron atajar a tiempo ( ¿ y van a pagar por ello ? ).
precisamente, gracias a la medicina, hoy el porcentaje de niños, jovenes y mujeres en edad fertil que fallece en el “ primer mundo ” es tan bajo, que nos hemos desacostumbrado a lo que era el pan nuestro de cada dia hasta hace muy poco.

Si alguien se muere con mas de 80, lo consideramos natural.

Si ronda los 60, comentamos “ era tan joven aun “.

Una vida truncada cuando no se han superado los 20 es un drama insuperable para la mayor parte de las familias.

Enterrar a un recien nacido y, aun peor, a un hijo con el que hayamos convivido, nos parece una aberracion, algo contra-natura.

La realidad es que, no tener que hacerlo, es un privilegio muy reciente y al alcance de pocos, por el que tenemos que dar las gracias todos los dias.
pero no quiero ponerme dramatica.

Los cementerios pueden ser lugares llenos de vida.
puede parecer una perogrullada, pero en ellos, no siempre se esta enterrando a gente.
ese es el momento mas dramatico de su existencia y su funcion primera, claro, pero en el trasiego cotidiano, sin embargo, no domina, precisamente, la tristeza, en todo caso, una dulce añoranza.

De el forman parte esas viudas que se mantienen fieles a su marido mas alla de la muerte.

La inspección del estado de su tumba y la renovacion de las flores, forma parte de su rutina, como ir al super o preparar el almuerzo.

Tan normal es ya para ellas que les sirve de excusa para hacer algo de vida social.

Algo muy saludable para quienes sucumben a la presion del entorno y no consiguen rehacer sus vidas normalmente.

Conozco un caso, incluso, de un viudo y una viuda que solo se ven ( y cortejan sutilmente ) cuando van a arreglar las tumbas de sus consortes fallecidos.

No se atreverian a citarse fuera de los muros del cementerio, como una pareja normal de personas solteras, de hecho, hacen todo lo posible por coincidir, pero sin que nadie lo note y pueda sospechar que se trata de una cita, ese ratito complice, mientras retiran las flores secas o limpian las lapidas, les alegra la cara y es su principal motivo para seguir viviendo.

Los visitantes habituales, tengan alli a quien tengan, aprovechan la ocasion para saludarse y charlar un ratito con sus compañeras, cuando se falta varios dias hay mucho cotilleo acumulado y lo mejor es acercarse luego a la cafeteria para ponerse al tanto de las novedades.

Aunque siempre hay las que viven solas y prefieren seguir asi, se las reconoce por la mirada, rebosa tristeza, caminan, comen y duermen, poco, de manera mecanica, para ellas, la vida es, desde hace tiempo, una simple cuenta atras, hasta el dia del reencuentro, o del descanso, tienen mucho en comun con las madres que enterraron su alegria cuando se les murio un hijo. (¿ por que hay una palabra para el hijo que pierde a la madre, huerfano, y no hay una para la madre que pierde a un hijo ?).

Muchas de estas mujeres se enganchan al tema de la decoracion funebre y acaban estableciendo una especie de competicion extraña para ver quien consigue mantener la sepultura o el nicho mas bonito, mas florido, mas limpio en eso los gitanos se llevan la palma.

Hay hobbies para todos los gustos y lo importante es mantener la mente entretenida.

La prueba definiva se celebra el dia de los difuntos, ahi se esmeran al maximo y llegan a gastarse sus ahorros en flores, sabiendo que la audiencia se multiplicara exponencialmente y que el aspecto final de las tumbas de sus seres queridos sera objeto de comentarios de admiracion o de critica, que iran de boca en boca hasta el año siguiente.

Volviendo al entierro de hoy, una muerte siempre es triste y, mas aun, si nos parece precoz, cada cual ha de encontrar recursos en su interior para hacerle frente.....es comprensible ponerse triste, porque a nadie le gusta dejar de ver a un ser querido, pero nunca se trata de un adios, sino de un hasta luego.

Para el fallecido, es, incluso, un momento feliz, porque se libera de las limitaciones materiales y porque, al otro lado, estan esperandolo con los brazos abiertos personas que lo quieren y de las que llevaba tiempo separado ( eso dicen ).

Y para algunos es un consuelo tener esa conviccion, siempre que no se pretenda imponer a nadie, es una receta milagrosa para ese duro trance, que todos hemos pasado y tendremos que pasar bastantes veces.....ley de vida.

Un cementerio no es, ni mas, ni menos, que una caja de recuerdos, y nuestro cuerpo, tan solo un disfraz con fecha de caducidad.

Yo, esta vez, voy de madre y profesora.

Una gran responsabilidad.

Pero tambien una forma de perdurar mas alla de la muerte fisica, porque nadie muere del todo si sigue vivo en el corazon de otra persona.
ser solidarios, ayudar, amar a los demas, enseñarles a ser mejores, dejar huella en quienes nos rodean.

Esa es la unica forma de rozar la inmortalidad.

Sarita Amon