jueves, 29 de enero de 2009

dicen las enciclopedias que los escitas, un antiguo pueblo indoeuropeo originario de las estepas del norte del mar caspio, avanzaron hacia europa del este hacia el 700 a. C., llevando consigo el uso del cannabis (cañamo), que utilizaban como tela, pero, sobre todo, para prepararse unos particulares baños, -las famosas “saunas de cannabis”- de los que herodoto cuenta.....

“...los escitas toman la simiente del cañamo, se meten debajo de las mantas, y entonces tiran la simiente sobre las piedras calentadas al rojo vivo, y la simiente exhala un perfume y produce tanto vapor que ningun brasero griego podria superar tal cantidad de humo, los escitas aullan encantados en su baño de vapor”.

con semejante material de viaje es normal que los cronistas describieran a los escitas como “hombres gordos, pesados y bienhumorados, amantes de los brindis, del baile y de la musica, con bastante mas tendencia a la diversion que al trabajo, algo que evitan siempre que pueden”.

pocas cosas eran las que se tomaban en serio.

en cierta ocasion, reinando dario, estaba el ejercito persa alineado en correcta formacion de ataque frente a unas bandas de escitas agrupados con muy poca formalidad, vociferando y contando chistes, como solian hacer antes del combate.

el choque de los dos ejercitos era inminente.

inesperadamente, aparecio una liebre corriendo entre las dos formaciones, tal vez asustada por los clarines que alertaban para el combate.

un jinete escita echo a galopar tras ella, ¿ quién podia resistir la provocacion ? otros lo imitaron enseguida, y muchos mas despues.

a los pocos minutos el ejercito de aquellos impenitentes cazadores desaparecio en el horizonte tras la liebre.

la tropa de dario quedo desairadisima, frente a nada, indignados los guerreros con aquellos insensatos que abandonaban algo tan respetable como la guerra solo para divertirse.

aunque los escitas tenian un motivo de sobra para hacer lo que hicieron, una guerra se encuentra en cualquier momento, pero no siempre le salta a uno una liebre en las narices.

¿ y que fue de aquellos tipos tan simpaticos, con un sentido del humor tan ludico y civilizado de la existencia ?

pues lo normal en gente asi, desaparecieron.

mientras civilizaciones mucho mas aburridas llevan tropecientosmil años dando guerra, de los escitas, en cambio, no se volvio a tener noticias despues del año 100 a.C.

siempre se van los mejores.

Sarita Amon