ser consecuente con uno mismo, con una forma de pensar,de decir o de actuar, muchas veces es contraproducente.
nos vemos prisioneros de las cosas que un dia dijimos con la boca abierta, gritando a los cuatro vientos.y no sabemos, o no queremos, rectificar, nos da vertigo el mirar hacia atras, o desandar el camino andado, creemos que no es la via mas digna.
pero rectificar, mas que de sabios, es de valientes, o sea que, atente a las consecuencias, y luego habla.
Sarita Amon