jueves, 21 de agosto de 2008

ya con unas cuantas decadas a cuestas y despues de haber tenido una vida poco recomendable, a Cesar Borgia, hijo del Papa Alejandro VI y emparentado con los Borgia de toda la vida (valencianos ellos), le dio por sentar la cabeza casandose con una jovencita de muy buen ver.

temeroso de no cumplir con su esposa la noche de bodas pidio al medico que le recetara algun remedio para el vigor, algo que el galeno hizo, advirtiendole que tuviera cuidado con la dosis ya que las pastillas eran bastante potentes.

pero el, ni corto ni perezoso, empeñado en que nada le impediria cumplir con sus deberes matrimoniales aquella noche -que imaginaba gloriosa-, se tomo de una vez todas las pastillas recetadas, con tan mala suerte que con las prisas confundio las pildoras del vigor sexual con las que habitualmente usaba como laxantes.

resultado..... se tuvo que pasar toda la prometedora noche de bodas en el excusado hasta que a la mañana siguiente, y aun sin levantarse del retrete, moria sin haber podido consumar el matrimonio.

si ya lo decia Seneca....... al que va deprisa siempre se le hace grande el mas pequeño estorbo.

tomemonos pues las cosas con calma que el trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo.

! y que todavia estamos a viernes !

Sarita Amon
sarita-amon.blogspot.com