suelen pasearse por el dormitorio, el baño, el salon, incluso a veces y para mi asombro llegan a la cocina.
pero las muy gandulas cuando quieren volverme turulata se separan, se separan tanto, tanto que mientras una se queda vigilante y en mi espera la otra aprovecha para iniciar un viaje en solitario por los suelos de la casa ¿ donde estara ? y empiezo a sospechar...... ¿ en la cocina ?, ¿ el salon ?, miro debajo de la cama de mi niña con cara sospechosa, miro sus pies de soslayo y sigo buscando la dichosa pantufla, que por supuesto, nunca esta en su sitio, ¡ que lo tienen ! y al final hace su espectacular reaparicion en el baño, claro, al lado de la coqueta, siempre en el ultimo sitio.
ella si que sabe jugar al escondite, cuando la desaparicion es de ambas, ¡ no me lo puedo creer ! el primer pensamiento es el de un abandono, de que te han dejado para no volver jamas
¿ como pueden ser as ? ¿ unas pantuflas ? luego me repongo y pienso...... estaran haciendo el amor, a escondidas, en algun rincon calido y oscuro.
poco a poco reacciono y lenta, sigilosamente me arrastro para pillarlas in fraganti, hasta que llegas al sitio donde te remangas la bata de razo negro y rozando la cara con el suelo, ¡¡chaaas!! las divisas alla lejos, debajo del sofa, una enfrentada a la otra y estirando el brazo, con ayuda del dedito indice tiras de ellas.
cuando consigo tenerlas delante les digo seriamente......pasitos de bebe tiene los pies frios, y quiere, necesita sus pasitos calientes. ¡ no me volvais a abandonar ! ¡ no me podeis abandonar ! .......es lunes que quereis
Sarita Amon
