Perdí un juguete que me acompaño en mi infancia…
Pero gane el recuerdo del amor de quien
me hizo ese regalo.
Perdí mis privilegios y fantasías de
niña…
Pero gane la oportunidad de crecer y
vivir libremente.
Perdí a mucha gente que quise y que amo todavía…
Pero gane el cariño y el ejemplo de sus
vidas.
Perdí momentos únicos de la vida porque
lloraba en vez de sonreír…
Pero descubrí que es sembrando amor,
como se cosecha amor.
Yo perdí muchas veces y muchas cosas en
mi vida.
Pero junto a ese “perder” hoy intento el
valor de “ganar“. Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque
siempre hay tiempo para empezar de nuevo.
Sarita Amon