Esta tarde miro y veo una mesa libre.....
–Cuantos sereis ? una (…. no ves que soy una, que pasa o es que aqui hay que venir acompañada...) pienso yo, mientras la chica de sonrisa enganchada espera que le pida algo.
- Helado de lucuma y chocolate por favor.
Miro a mi alrededor y el panorama no puede ser mas desolador, a mi derecha, una pareja de unos treinta y algo, de aspecto desmejorado, uno sentado frente al otro, ella mastica lentamente un creppe de chocolate y nata, el esconde su nariz en una gran copa de batido y a juzgar por el color yo diria que es alguno que lleva aguacate por el color verdoso o kiwi y se seca el bigote con la manga del jersey, ella centra centra su mirada en las gotitas de chocolates que caen al morder, el paraliza sus pupilas en el aire, a mi izquierda, un chico joven alimenta a su bebe con un biberon, su mirada enganchada con chinchetas transparentes al respaldo de la silla de en frente, mas alla, una señora enjoyada baratijamente comparte otro creppe con helado con un señor, ella le mira mientras le habla haciendo aspavientos con las manos, el me mira a mi, ella le pone el azucar en el zumo de naranja, el me mira a mi, una pausa de silencio, ella le mira sin verle y reanuda la conversacion dando manotazos al compas de sus palabras, ella lo mira, pero no lo ve, el la ve, pero no la mira, el me mira a mi.
El resto del personajes del lugar eran clonicos, clonicos de esperanzas, de miradas, de ilusiones, de luz, clonicos de vida.
- La cuenta por favor.
Deje el dinero en el platito marron, cogi mis cosas y me marche con la alegria de sentirme afortunada por ser… una, solo una, por el momento.
Hay gente que se sientes atrapado dentro de su propia vida, la soledad les invade, les paraliza, les colapsa la mente y tan solo pueden aspirar a seguir respirando en la burbuja de su propia vida.
A mi regreso a casa, puse mi musica, pense un momento… y aunque sola por el momento , me siento mas llena que nunca.
Sarita Amon