lunes, 13 de octubre de 2008

hay historias que aparecen en nuestra vida y que podrian plasmarse en un libro vacio.

abres la primera pagina con gran entusiasmo, pasas a la introduccion del autor para adentrarte en la historia e imaginarte ser un vivo participe de la misma, cuando de repente, te encuentras con un gran numero de paginas en blanco, las cuales, si bien te ofrecen el honor de liberar tu imaginacion, nunca podran ser verdad, porque nada existe fuera de la verdad.

esperas con cierta curiosidad que sea un error de imprenta, vas pasando hoja cada vez mas rapido, buscando respuestas a las pistas del autor, hasta que te quedas atonito viendo que no hay mas paginas escritas que la ultima, donde finalmente, la editorial pone su sello.

es entonces cuando, con una mezcla de tristeza y desaire, lo colocas en la estanteria de las vivencias para ver como va cogiendo algo de polvo y con otra mezcla de curiosidad y decepcion, lo miras sin entender porque un libro que nace para contar historias no te ha ofrecido ninguna.

al seguir con la reflexion piensas que hay un porque, que debe de existir una razon, como en todo.

miras el titulo que colgado en algun armario te recuerda que has pasado al nivel de entender a los demas y es cuando llegas a la conclusion de que debes dar las gracias, sin mas.

gracias por no hacer que me sumerja en una historia con afan de segunda parte aun por pensar y por escribir, gracias por no hacerme sentir la princesa que muere en manos de su caballero andante o lo que es mejor, gracias por hacerme no olvidar un libro, un libro vacio, no podra pasar jamas desapercibido en mi memoria.

Sarita Amon
http://sarita-amon.blogspot.com