miércoles, 11 de febrero de 2009

Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y despues de la caceria" (Otto von Bismark, 1815-1898; político aleman)

todos, en mayor o menor grado, por accion o por omision, mentimos, lo hacemos en la medida que no decimos lo que pensamos o que decimos lo que no pensamos o no sabemos, o incluso lo que sabemos incierto, es un proceso evolutivo logico que, en el mejor de los casos, aparece cuando nos damos cuenta de que la sinceridad no siempre es posible ni conveniente, por eso, desde siempre, las diferentes culturas han intentado establecer mecanismos para conocer si alguien esta mintiendo o diciendo la verdad.

un tema en el que, por cierto, no se ha avanzado mucho ya que los ultimos ingenios cientificos, el del criminologo italiano cesar lombroso en 1895 basandose en el aumento del pulso y la presion sanguinea, y el del norteamericano larson, en 1921 creador del poligrafo que combinaba presion sanguinea, pulso y ritmo respiratorio, apenas tienen credibilidad.

al contrario del metodo que aun usan los beduinos de arabia que, cuando quieren saber si alguien ha mentido, le hacen chupar una barra de hierro ardiendo, si la lengua aparece quemada, queda demostrado que el acusado no dice la verdad.

si, eso mismo, todos acaban con la lengua chamuscada, pero basta con volver a releer la primera frase de esta entrada para comprobar que el metodo tiene un 100% de aciertos.

Sarita Amon