Durante el reinado de Luis XI de Francia, se ofrecia a los cortesanos como diversion el concierto de una piara de cerdos.
Se conseguia con los gritos de los animales al ser pinchados con diferente intensidad y en distintivos lugares del cuerpo por especialistas en el sistema.
En tiempos de crisis cualquier cosa que ayude a abaratar gastos puede ser buena idea.
Con esta formula de musica en el vivo y en el directo no se gasta electricidad, los “instrumentos” son reciclables y bastan un par de personas -a cuatro manos- para cubrir un espectaculo medianamente decente.
Que una piara de cerdos chillando paquito el chocolatero o el campana sobre campana estas navidades, seguro que tiene su publico.
jajajajajujujijijajaja
Sarita Amon