En China un hombre ha decidido casarse consigo mismo.
Para que quedara clara su intencion se presento a la boda con una muñeca de tamaño natural vestida para la ocasion, pero con su cara, con la de el, con la del novio.
En la ceremonia, a la que asistieron mas de cien invitados, el contrayente explicaba su decision.... "Hay muchas razones para casarme conmigo, pero sobre todo lo hago para mostrar mi insatisfaccion con la realidad que nos ha tocado.
Este matrimonio me reintegra en un todo".
La noticia puede sonar rara, sin embargo, no hace falta rascar mucho para darse cuenta que el hombre no anda mal encaminado.
No vamos a filosofar aqui y ahora sobre que es amor, pero cualquier definicion por cursi y sosa que sea, (y en la que siempre apareceran conceptos como sacrificio, entrega, amistad, confianza, intimidad, afinidad...) puede aplicarse perfectamente a uno mismo.
El hecho de que nadie te va a conocer mejor y nunca vas a conocer a nadie mejor, es toda una garantia a la hora de establecer un proyecto de futuro tan complicado y tan arriesgado como es la convivencia en un matrimonio.
Y en cuanto al sexo, poca ilustracion hace falta.
Todos sabemos que por muy bien que cumpla alguien ajeno despues de la fogosidad inicial de la tercera vez, quien mas y quien menos acaba volviendose a uno mismo para retomar, aprovechando que son pocos los que lo consideran traicion (y aunque sea solo de vez en cuando), aquello que Oliveira, el protagonista de Rayuela, definia como “un arte menor al lado del otro, pero de todos modos con su tiempo, accion y lugar, y demas retoricas”.
Un arte menor que suele ser el complemento perfecto del mayor a la hora de hacernos la vida un poco mas agradable.
Que a falta de pan...
jajajujujijijajaja
Sarita Amon