jueves, 14 de febrero de 2013

Seguro que alguien guarda un diario con manchas de lagrimas adolescentes, de aquel tiempo en que la vida era una tortura diaria que se enfrentaba a nosotr@s ganándonos la partida siempre, del tiempo del desamor y la incomprensión, de las largas tardes enamorad@s sin ser correspondidos.

Parecía que habíamos nacido para sufrir, que cualquier pequeña cosa era un mundo en nuestra contra, y sin embargo nadie te avisa de que aquello es un juego de niños en comparación con la vida que aun falta.

Da rabia mirar al pasado y recordar como te complicas por cosas tan inocentes sin saber que todavía no has llegado a lo verdaderamente complicado.

Sarita Amon.