miércoles, 18 de diciembre de 2013

Hoy siento la mente, que no el alma, cansada.


Queria llegar a casa, estirarme en el sofa, cerrar los ojos y dejarme llevar hasta que la mente se quede en blanco, mejor dicho, en negro, y es que a veces tengo la sensacion de que el tiempo se para y yo busco desesperadamente el boton que active la maquinaria de hacer que todo pase y me angustio con la espera y me desespero con la angustia.

Otras veces como esta, soy yo que me como al tiempo, que fustigo mi mente convirtiendome en una supermujer de deshacer entuertos, de crear reflexiones, de inventar sensaciones, de temer sentimientos y todo ello, a una velocidad de vertigo que me marea, que enfria mi piel, como en estos momentos siento el destemple de mi sangre y de mi cuerpo, aún estando a 35 grados ahí fuera.

Hoy no quiero estar pendiente de aquello, ni de nada.

Quiero estirarme en la barca y que la corriente me arrastre dulcemente donde ella quiera.

 Mañana ya abriré los ojos y volveré a tomar las riendas.

Hoy necesito reposar mi mente, que no mi alma.

Sarita Amon.