hay una planta trepadora, la enredadera de la pasion, cuyas hojas son una verdadera exquisitez gastronomica para ciertas mariposas.
o mas exactamente para las orugas que mas tarde se convertiran en mariposas.
para defenderse de bichitos tan glotones la enredadera sintetiza un veneno natural, una especie de acido cianhidrico, que evita que los insaciables gusanos acaben con sus hojas.
estos han acabado aprendiendo que si las comen mueren y, por la cuenta que les tiene, no prueban bocado.
pero he aqui que una sub-especie de mariposa, la heliconius, algo mas lista que las demas, se ha hecho resistente contra ese veneno, de modo y manera que la muy ladina pone sus huevos en la enredadera sabiendo asi que a sus hijas orugas no solo no les va a faltar comida para pegarse los atracones que quieran en cuanto salgan de los huevos sino que, ademas, ninguna otra oruga que no sea de la familia les hara la competencia.
claro que tampoco la planta de la pasion se ha quedado con las hojas cruzadas ante la escaramuza de la heliconius, ¡ faltaria ! y se ha buscado una sutil forma de contraataque.
resulta que las orugas heliconius, como muchas otras orugas, son carnivoras y ademas de engullir las hojas de la planta, se tragan todo lo que se les ponga por delante, incluidas otras orugas mas pequeñas.
para evitar estos problemas, las madres mariposas ponen los huevos lo mas aislados posibles, de uno en uno y siempre separados por el suficiente espacio para que la primera oruga que aparezca no devore a las que empiezan a nacer despues.
y es precisamente esa condicion la que aprovecha la planta de la pasion para defenderse, realizando una verdadera obra maestra de falsificacion natural...... llena sus propios tallos de diminutas protuberancias de color amarillo y punta traslucida, en una copia perfecta de los huevos que pondria la mariposa.
asi, cuando la heliconia se encuentra que todo el espacio de la planta esta ya ocupado por los " huevos " de otra de sus congeneres, se marcha rapidamente en busca de enredaderas mas despejadas.
la historia podria quedarse en un bonito y hasta enternecedor cuento sobre los desvelos de las plantitas y los bichitos para sobrevivir, pero como ayer cuando estaba leyendo la historia debia de andar en el momento metafisico de la tarde acabe pensando en por que si la naturaleza se toma tanto trabajo en diseñar estrategias de supervivencia con una simple planta, se ha olvidado de hacerlo en los que tan pomposamente nos definimos como especie pensante.
si un maldito vegetal es capaz de organizarse la vida tan ricamente ( y tanto la mariposa como la enredadera parecen saber a la perfeccion lo que les conviene ) ¿ por que nosotros, supuestos reyes de la creacion, nos montamos tan rematadamente mal nuestra existencia ?
al menos saque una cosa clara.... somos bastante mas tontos que un simple hierbajo trepador.
Sarita Amon