sábado, 19 de enero de 2008

hoy en la vida es muy muy bella practico....

RECETA PARA ANESTESIAR EL ALMA

conveniente aplicarla.....


cuando recibes cada frase como una posible ofensa.

cuando apenas encuentras excusas para reirte.

cuando te retumba el estrepito de las palabras no pronunciadas.

cuando, presa de tus sueños, te despiertas con el paladar acerado.

cuando tus ojos se inundan de lagrimas secas y nada ha cambiado desde ayer.

cuando te atrapa la fatiga y se te aloja en el animo.

cuando la mirada se te enreda en el horizonte y solo la recuperas con un suspiro.

cuando se te anudan las detestables ideas obsesivas.

cuando te asalta la ansiedad gateando por el estomago y acampa en el mismisimo corazon.
Cuando tienes la perversa sensación de que la vida te ha timado.
cuando te duele el alma.

cuando te de la gana.


ingredientes....

un coche sin conductor.

cuatro cintas de boleros.

dos grandes dosis de humor.

sal, la que te pida el cuerpo.

la gui del buen vivir.

tres besos de despedida.

mil montañas por subir.

y ropa para dos dias.


elaboracion....

se toma el coche sin limpiar.
se le inyecta gasolina de la buena.
se barajan los boleros a placer y se introduce el primero que aparezca.
con la guia del buen vivir se busca un lugar bajo el sol que sea silencioso, este libre de recuerdos y sobrado de quietud y se pone uno el mundo por montera.

apuntando proa a nuestro destino es necesario centrarse en los boleros.

estos han de ser unicamente coreados, sin adobar con sentimientos.

conviene cantar a pleno pulmon sin dejar sonar la voz de la conciencia, esa que nos susurra dejes de reproche y nos inspira huellas de frustracion.

se avanzara asi camino hasta que nuestra salmodia se confunda con el rumor de la carretera.

con todos los registros adormecidos, se dejara uno seducir por la travesia.

se retiran los boleros y se reservan.

el lugar escogido ha de insinuarnos mensajes de serenidad.

prendamos de nuestra solapa el silencio del lugar y abandonemonos al tiempo.

con toda la lentitud de que seamos capaces, iremos amalgamando cada rincon que nos asalte en el largo paseo que daremos.

reconocida la guarnicion, procedemos a preparar la terapia.

sazonemos la mirada con chispas de curiosidad y dejemonos arrastrar por ella.

nos conducira errante del verde-haya al azul-pinonegro, del vivaz avellano al impavido roble.

incorporemos entonces nuestra particular macedonia de emociones.

seleccionando cuidadosamente el proximo paso, convirtamoslo en permanente.

no importa cuan largo y solitario sea el verdoso sendero, tratemos de perpetuar la sensibilidad sin atajos.

a traves de ella podremos incorporarnos al rumor del bosque, tuteando a las montañas, despertando de su letargo a los riscos, interpretando la danza cadenciosa de la arboleda, tarareando la melodia de los manantiales, zumbando, en fin, al son del viento.

sin tardanza se nos escurriran por los poros de la piel las frustraciones, los chascos, los desaires, la ansiedad, e iran tomando vigor nuestros proyectos y logros, iran asomando timidamente las ilusiones renovadas.

albergando de nuevo la ternura y recuperado el sosiego, nos adentraremos en un ingravido estado de sublime quietud que arraigara en nosotros sin demora.

consejos para su aplicacion.....

esta cura se puede acompañar de un panache de sensaciones favorecidas por silvano, el dios de los bosques.

si la receta ha de aplicarse en primavera, podremos incorporar el frescor y el aroma de ese lienzo renacido.

de sus mismas entrañas lograremos exprimir las ineditas fragancias de una tierra en flor que nos guiara por las misteriosas veredas de la pasion.

si es en verano cuando precisamos de su servicio conviene encaramarse al calido esplendor que rebosan los hayedos y asociarlo a los ecos de leyenda de su ardiente luminosidad.

aprovechemos una siesta veraniega para dejar vagar nuestra mente por cuantas vivencias nos hagan sonreir.

si es en otoño cuando nos ha invadido el ataque debemos tratarlo con la serenidad y la tibieza que sobrepone la policromia de los ocres.

dejemos que esa mitica placidez que aporta su cambiante colorido nos alce a la cumbre de la fantasia.

si por el contrario ha sido el invierno el mudo testigo de nuestra dolencia, hemos de aprovechar el frio palpito de la renovacion de la tierra para dar lumbre al poema de nuestros afectos y encontrar refugio en ellos.

hay que tomarlo con prudencia porque puede provocar adiccion.

no olvidemos que esta receta permite anestesiar el alma.

no quiere decir que la vida no nos haga daño, solamente que ya no duele tanto.

Sarita Amon