la autentica vida, la de verdad, es aquella que, a base de ostias ( tambien llamadas desengaños ), nos niegan (o nos negamos) dejar vivir.
siempre nos queda un “ que pudo ser y no fue ”, o un
“ bueno, quizas esto no era para mi…” nos conformamos, nos autocomplacemos, pensando que tenemos lo que nos merecemos ( frase de un optimista obtuso o de un perdedor generoso ), creyendo que las penas de la actual vida seran gozos de la futura ( pensamiento reservado para creyentes obstinados con el vegetarianismo o el mineralismo, vete tu a saber…).
intentamos hacer el bien ( sin mirar a o con quien ) pensando ( ilusos de nosotros ) que los otros (o demas) haran lo mismo ( hacia o en contra nuestro ), y, craso error, ese tipo de filosofia cada dia se estila menos, y se valora mucho menos mas ( valga la contradicción).
empieza a tachar, borrar e incluso odiar, a la persona que diga de ti “ es una buena persona ”, porque, aparte que de buenas personas esta lleno el cementerio, esa o esa sera la primera en clavarte el puñal por la espalda, fisica mental o metaforicamente……
y hasta aqui puedo leer.