No sabes cuanto me cuesta escribir estas líneas, porque la herida que dejaste en mi corazón está sangrando, pero creo que necesito expresar mis sentimientos, sobre todo a ti, que fuimos toda tu corta vida el uno para el otro.
Mi pequeño, recuerdo tantos momentos que pasamos juntos conversando, conspirando, tu me acompañabas a editar mis fotos y me preguntabas porque tanta violencia, esas preguntas capciosas de niño-adulto que me hacían transpirar para contestarte, preguntas que me esperabas despierto para hacerlas todas de un viaje, todas tus bromas y los momentos que nos pasamos felices jugando, yo a mis años, igual que el niño que eras tú.Luego vino ese mal, el “enemigo silencioso” que a mi pesar conozco demasiado bien, que me uní a ti para luchar contra él, ya no por un problema de injusticia social, sino por tu pequeña vida. Pero el “enemigo silencioso” fue más poderoso y nos gano la guerra después de una larga y penosa lucha, donde pusimos todas nuestras fuerzas, como tu decías “se la dimos con todo” y nuestros sentimientos más se unieron.Cuando los esfuerzos de la ciencia se agotaron, debimos encomendar tu vida a la experticia de un cirujano extranjero, en un país lejano, desde donde emprendiste ese camino sin regreso. Fue un dolor inmenso no poder estar al lado tuyo y sostener tu pequeña manito cuando llegó la hora de la partida, pero tengo la certeza de que nuestros corazones estaban y estarán comunicados toda la vida. Se que me buscaste en todos los rincones de esa pieza fría y como yo siempre te dije, que estés donde estés yo voy a estar contigo mi niño amado, porque para mi fuiste mucho más que mi nieto, fuiste mi hijo.Dondequiera que te encuentres, piensa que este viejo siempre te sigue queriendo, hoy domingo 06.01.08 mi pena y mi dolor siguen mas intensos que nunca, ya que nada material reemplaza lo que tu significaste para mi.Por eso hijo, esto no es una despedida, solo te digo hasta la vista, aunque en mis sueños revivo los momentos felices que me diste y mitiga mi pena pensar que estarás acurrucado en los brazos amorosos de tu Yaya.
Con mucho amor se despide tu Abuelo, o tu Tata el Zúñiga como tu me decías, gracias por haberme dado estos 8 años de alegría y de amor, que me dolerá toda la vida que hayan sido tan pocos… porque desde tu partida tu ausencia hará mas lento mi andar.