miércoles, 17 de septiembre de 2008

Amor constante mas alla de la muerte

Cerrar podra mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podra desatar esta alma mia

hora a su afan ansioso lisonjera;

mas no, de es otra parte, en la ribera,

dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi llama la agua fría,

y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor a tanto fuego han dado,

medulas que han gloriosamente ardido:

su cuerpo dejará no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado.


un poema de Quevedo bastante tragico y triste de algo no correspondido segun mi entender.