Una pareja humana se deteriora, por lo regular, lentamente en un proceso doloroso, durante el cual el amor, si lo hubo, o la ilusion del amor, si solo fue ilusion, se transforma en animosidad, resentimiento y, finalmente odio.
Una metamorfosis sentimental que suele acabar en separacion. Separacion que, independientemente de la duracion de la pasion anterior si la hubo, suele ser tan instantanea como una operacion de integrales ejecutada en decimas de segundo por una de esas maquinitas chinas de calcular sin las que estariamos perdidos.
Y una se pregunta: ¿A donde va a parar todo ese desamor inmenso que encenagaba el amor de las parejas que se separan. ¿Y a donde el amor que un dia sintieron, si lo hubo ?
Aquello que aprendi en la Fisica del bachillerato lejano de que la energia ni se crea ni se destruye que solo se transforma, me hace pensar que el amor y el desamor, incluso la amistad y el odio son simples transformaciones permanentes, como un repisarse del suelo afectivo en que nos apoyamos y, digo yo, que su resultado final, si nada se crea no se destruye debe dar una cifra constante.
Vamos que para que una pareja nazca, otra tiene que morir.
Pura ciencia.
Si uno se pregunta por que fracasan las parejas, seran legion los psicologos, sociologos, sexologos, pedagogos y/o tertulianos varios que se lancen a explicar complicadas teorias sobre el tema.
La mayoria de ellas tan extrañas como inutiles.
Ganas de perder el tiempo y el dinero.
El problema estaria en las uniones inadecuadas.
Asi, triunfarian las parejas en las que sus dos miembros tienen casi todo en comun, mientras que cualquier otra combinacion estaria abocada al fracaso.
Sarita Amon.