viernes, 23 de enero de 2015

Al hablar del conocimiento y de la ignorancia se recurre con frecuencia a metaforas geograficas.

Leo, por ejemplo, que lo que conocemos serian las tierras y los mares nuestras ignorancias.... la ciencia entonces se nos presentaria como la gran desecadora, aunque a veces terrenos que creiamos definitivamente ganados al mar se nos inunden de repente.

Sin embargo, no me gusta demasiado esta imagen, probablemente porque presupone que el conocimiento y la ignorancia son los dos elementos complementarios de un universo finito.

Ademas, pareciera que, si la ignorancia son los mares, al menos somos capaces de conocer sus limites, de recorrer las orillas desde la tierra firme de nuestros conocimientos.

Esa ignorancia es la mas obvia, la que se refiere a aquello que sabemos que ignoramos; es, valga solo en apariencia paradoja, la ignorancia conocida.

Naturalmente, los asuntos que la forman los podemos delimitar desde nuestro conocimiento, y ahi si me valdria la metafora del mar o, mejor todavia, la de un lago que circunvalamos desde tierra firme empeñados en desecar sus humedos misterios.

Pero, por supuesto, hay otra ignorancia mucho mas merecedora de ostentar solemnemente tal titulo, es la formada por aquellos asuntos que no solo desconocemos sino que ni siquiera sabemos que desconocemos.

Los angloparlantes le han dado el ridiculo apelativo del unk-unk (de unknown unknown, desconocimiento desconocido), que le vamos a hacer.

Puestos a ensayar metaforas sobre estos temas hace bastante tiempo ya que tengo una propia ,me imagino el ambito de lo que conocemos como un circulo y el area exterior al mismo seria nuestra ignorancia.

Desde nuestro circulo somos incapaces de saber la extension real de la ignorancia.... de hecho, en mi imagen, es la ignorancia la que rodea al conocimiento y no a la inversa.

Ahora bien, la circunferencia que define el limite de nuestro saber representaria la dimension de la ignorancia conocida.

Me gusta que su longitud crezca con la superficie del circulo porque, efectivamente, cuanto mas sabemos mas ignorancia identificamos.

Es el solo se que nada se Socratico, que seria más exacto reformular diciendo cuanto mas se, mas se lo que no se.

Lo que no sabemos que no sabemos es, para nosotros, como si no existiera..... esa ignorancia (la verdadera) no podemos ni siquiera intentar despejarla.

No saber lo que ignoramos..... eso si es un tormento porque nos privamos del mas intenso acicate vital, el de la curiosidad por saber.

Y es que, lo que si sabemos (aunque sea de forma inductiva mas que deductiva) es que existe ciertamente un inmenso universo del que todo lo desconocemos.

El progresivo incremento de la dimension de nuestra ignorancia conocida (vuelvo a la circunferencia fronteriza de mi metafora) nos aporta argumentos mas que suficientes para convencernos de que el unk-unk es todavia mayor.

Si a medida que mas se, mas cosas que no se descubro que antes ni siquiera sabia que existian, es razonable suponer que estas existen en mayor cantidad de la que pueda estimar.

En mi metafora, nuestro conocimiento (el known known anglosajon) lo imagino como una superficie, una entidad bidimensional..... lo que sabemos que no conocemos (el known unknown) es una linea, una entidad unidimensional.

Evidentemente, no cuadra demasiado, obliga a manejar unidades distintas de medidas cuando deberian valer las mismas.

Pero graciosamente me absuelvo de mi falta de rigor reclamando un mas que dudoso valor poetico.

Y ya puestos, progreso en el dislate metrico y proclamo que la ignorancia que ni siquiera sabemos que ignoramos (el unknown unknown) seria en mi metafora una entidad tridimensional, obviamente una esfera.

asi, el circulo original de nuestro conocimiento pasa a convertirse en una superficie curva, una especie de parche adherido a la esfera infinita (o en eterno crecimiento) del universo.

Y el que no nos percatemos de que nuestro conocimiento es curvo es porque la curvatura es muy suave.... y el que sea muy suave es una clara prueba geometrica (en la geometria de mi metafora) de la inmensidad de la esfera de nuestra ignorancia.

Tambien, desde mi metafora, podriamos inducir que nosotros, ampliando nuestros conocimientos (la superficie del circulo), estamos expandiendo nuestro desconocimiento o, en suma, el propio universo.

Dicho de otra forma, descubriendo el universo lo vamos ampliando, aunque sea a costa de ser incapaces, por definicion ontologica (mas bien por las restricciones Euclideanas de la metafora), de llegar a conocer lo que es resultado de nuestro desconocimiento.

Y no sigo porque, aunque se me ocurren muchos mas corolarios derivados que nos llevan al campo del gnosticismo mas disparatado, este espumoso ( cava ), aunque estupendo, no me deja con muchas ganas de seguir tecleando.
Jajajajajajujujujijijijajaja

Sarita Amon.